Según denuncian desde www.centrosdemenores.es,
un chaval de 15 años ha muerto ahorcado en el Centro de Observación y
Acogida de Pamplona, gestionado por la Fundación Illundaín. Parece ser
que el joven se suicidó mientras se encontraba en su habitación
cumpliendo una sanción (es decir, ha muerto estando en aislamiento).
Hace dos años, otro joven perdía la vida bajo la custodia de esta misma
Fundación (noticia que se puede consultar en Europapress)
Otra vez una trágica noticia desmonta la propaganda oficial sobre los
centros de menores. Y una vez más el suceso ha ocurrido en un centro de
menores privatizado. ¿Qué más tiene que pasar para que reaccionen las
administraciones? En realidad no van a reaccionar, salvo que la presión
social les obligue. Como ocurrió en Castilla La Mancha tras la
publicación de un duro informe del Defensor del Pueblo, la muerte de una niña y tras sumarse los sindicatos UGT, CGT, CNT , STE-CLM y Sindicato de Estudiantes a
la denuncia pública contra la Fundación O´Belen mantenida en el tiempo
por diversos colectivos sociales. La Junta finalmente clausuró los
centros terapéuticos gestionados por O´Belen y los menores allí
internados pasaron a ser atendidos en un nuevo centro de titularidad y
gestión pública. Un gran paso adelante que se vio frustrado con la
llegada al poder de Cospedal y Rajoy (las modificaciones legislativas en
trámite fueron paralizadas con el adelanto electoral en 2011). Queda
claro que el único camino es seguir luchando y denunciando lo que ocurre
con los chavales de nuestros barrios.
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