Recibido na nosa caixa de correios:
Alejandro Forero (OSPDH-U.Barcelona) y Daniel Jiménez (ASAPA-Zaragoza).
en Traficantes de Sueños
C/ Embajadores nº35 local 6, Madrid
Después
de tres décadas de aumento exponencial de la población penitenciaria
(de unas 10.000 personas presas en 1978 presas a casi 77.000 en 2009),
empieza a experimentarse un leve descenso. En un contexto de dura crisis
económica, las previsiones criminológicas clásicas habrían
predicho un aumento de la delincuencia, y por tanto, de la población
reclusa. Pero ni una ni otra cosa han sucedido. ¿Por qué? ¿El descenso
es una cuestión coyuntural o estamos ante un cambio de ciclo? Como
tercer elemento, el gobierno del PP proyecta una nueva reforma del
Código Penal, claramente influenciada por el alarmismo mediático y la
siempre mutante excepcionalidad penal, que ahora trasmuta hacia el
enemigo disidente y "antisistema". Esa llamada a una mayor penalidad
viene acompañada de una necesidad económica de reducir el volumen
insostenible de población penitenciaria, modificando el Código Penal en
sentido claramente eficientista y dando un golpe de gracia al artículo
25.2 de la CE que proclama la reinserción social de los penados como fin
constitucional de la pena privativa de libertad.
ALEJANDRO FORERO
Master en Sistema Penal y Problemas Sociales - Universidad de Barcelona
Doctorando del programa en Derecho y Ciencia Política - Universidad de Barcelona
Investigador del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos
DANIEL JIMÉNEZ
Miembro de ASAPA (Asociación para el Seguimiento y Apoyo a Personas Presas en Aragón)
Miembro de ASSI (Acción Social Sindical Internacionalista - Zaragoza)
Doctorando del programa en Sociología Jurídica - Universidad de Zaragoza
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