13/05/13

Juicio Por Torturas En Quatre Camins: El Exsecretario General De Servicios Penitenciarios Admite Los Maltratos A Los Presos

El exsecretario general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat Albert Batlle ha reconocido que hubo un “procedimiento irregular” en el traslado de presos de la cárcel Quatre Camins la noche en que supuestamente 56 internos fueron represaliados por el motín del 30 de abril de 2004, en el juicio que se está celebrando en la Audiencia de Barcelona contra ocho funcionarios por maltratar a internos.
En su declaración ante la juez, Batlle ha explicado las lesiones de algunos presos no eran compatibles con un “uso adecuado” de los medios coercitivos, según un expediente de información reservada que se instruyó para saber qué había ocurrido.

También ha asegurado que denegó la entrada de funcionarios que no estuvieran de servicio en la cárcel y que insistió en prohibir el acceso a aquellos que fueran de otros centros, pero que igualmente entraron: “Visto lo visto, constato que la orden no fue transmitida o, en cualquier caso, no fue cumplida”.
Batlle ha declarado que desconoce quién fue la persona que permitió la entrada a los más de 200 funcionarios que no debían estar en el centro, pero que “sería abusivo responsabilizar a los jefes de servicio y del centro”.
El entonces subdirector general de Régimen y Servicios Penitenciarios, Manuel Roca, lo ha desmentido y ha señalado que el comité de crisis autorizó la entrada de funcionarios del centro y que incluso se les pagaron las horas extra: “En principio, funcionarios de Quatre Camins fuera de servicio podían entrar paya ayudar”, y lo que se prohibió fue la entrada de funcionarios ajenos.
El expediente de información reservada –que más tarde se trasladó a la Fiscalía– también intentó aclarecer quién fueron los responsables de esta situación, sin que finalmente se pudiesen identificar.
El exsecretario general de Servicios Penitenciarios ha puntualizado que “en absoluto” se le informó de que se habían utilizado medios coercitivos como las porras durante el traslado de los internos a la sala de ingresos, y ha asegurado que no fue hasta el 17 de mayo cuando supo que algunos presos habían sido heridos.
Batlle ha dudado de las condiciones en las que los Mossos d’Esquadra trasladaron a los internos a las otras cárceles, y ha explicado que salieron 20 lesionados de Quatre Camins, y constaron 26 al llegar a sus respectivas prisiones.
Según ha relatado el exjefe de servicio de centro de Servicios Penitenciarios José Luis Valdivieso, cualquier interno debía pasar por el centro de la cárcel –el ‘pirulí’– donde se manifestaron los funcionarios hasta la madrugada para pedir mejoras laborales.
Batlle ha declarado desconocer si la manifestación fue coetánea al momento de los traslados, y las acusaciones han insistido en saber si en aquel momento se vivía en la cárcel un “vacío de poder”, sin más autoridad en ese momento que la de los propios funcionarios.
El exsecretario general ha insistido en que el equipo directivo del centro cumplió “perfectamente su misión”, pese a reconocer que estuvo la mayor parte del tiempo en un edificio aislado, desde donde no se podía ver qué pasaba en el interior de la cárcel.

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