Publicado por boletintokata el 21 nov, 2015 en Actividad en la calle
Las
concentraciones en el exterior de los centros de exterminio en algunos
países son una tradición continuada. Se trata de un modo de expresar
solidaridad con los presos durante fin de año, recordando a aquellos que
se encuentran secuestrados por el Estado. Una concentración rompe el
aislamiento y la enajenación de las celdas creadas por nuestros enemigos
y esto no tiene por qué terminar aquí.
Las prisiones tienen una larga historia
dentro del capitalismo, es una de las formas más arcaicas de tortura
prolongada y de castigo. Este ha sido un mecanismo usado para matar
lenta y dolorosamente a aquellos que no son deseados –delincuentes según
el orden actual- y que no tienen necesidad alguna de encajar en ese
molde predeterminado de la sociedad.
La prisión no solo se utiliza como
institución, también es un aparato de represión que ejerce su influencia
desde fuera de los muros en nuestra vida cotidiana, encontramos cómo
los bancos, empresas subcontratas e inversores se lucran a través del
complejo penitenciario aparte de los policías y guardia de seguridad que
esconden detrás de sus insignias el poder del Estado.
La solidaridad no sólo es una vía de
expresión propia del la poesía revolucionaria dentro del análisis
anarquista, también se trata de la expresión de una serie de acciones
llevadas a cabo, puestas en práctica dentro de la guerra social
cotidiana. Por ello proponemos a todos aquellos que tienen una
sensibilidad recíproca de las condiciones del mundo carcelario que
marquen este día en sus calendarios y encontrar así puntos de acción; no
debemos limitarnos simplemente al ruido de las concentraciones, tenemos
que apostar por acciones autónomas que rompan con las posiciones
mundanas que nos encierran y separan de nosotros mismos.
Por nuestros compañeros conocidos y por
los que aún tenemos que conocer porque, pese aún no habernos conocido,
no significa que no actuemos en afinidad solidaria. Nuestra lucha
continúa tanto en el exterior como en el interior: la prisión no es el
final, es la continuación, la prolongación en nuestra lucha. Sea
mediante la rebelión individual o colectiva, con los métodos que
encontremos disponibles porque cual fuego, nuestra rabia debe
extenderse.
Contra las prisiones y el mundo que las sustenta.
Por la guerra social.
Abolish All Prisons
Fuente: La Haine
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