15/11/15

[C.P. Zuera] O día a día en Zuera, Carta de unha presa.

(extraido de Abordaxe Revista)

Colamos do blog do Colectivo de Apoyo A Mujeres Presas en Aragón quen aclaran que: “esta carta foi transcrita tal cal foi escrita por unha presa sen modificar nada, poida que algún parágrafo estea inconexo ou sexa algo complicado de entender”. Nós colamos (sen traducir) para axudar a difundir:
mulher presa Hola a todos:
Soy una mujer condenada a 7 años y 6 meses por tráfico de drogas, entrar en la prisión de Zuera ha sido y será la peor experiencia de mi vida. Mi nombre es Teresa, realmente no se por donde comenzar, hay tantas injusticias, incongruencias, pasotismo, violencia, trapicheo dentro de estos muros, sobre todo…. hay tanto machismo….
Estoy sentada a la luz de los focos del patio, son las 12 de la mañana y sólo veo cuando miro a mi alrededor mujeres con la mirada triste, con rabia, la queja constante de que se aburren no cesa de salir de sus gargantas, las horas pasan muy lentamente, miro hacia el cielo y la vista para cuando veo la cara de mi compañera de celda, está “de baja” por lo que no puede bajar ni a la sala ni al patio. Está embarazada, se siente sola y cansada, aún le quedan ganas para regalarme una pequeña sonrisa con un “ok”. Está bien dentro de lo que cabe. Entre nosotras los temas de conversación siempre son los mismos: ¿ Qué hace el módulo de mujeres/madres con hijos, cerrado? ¿Por qué estamos todas revueltas? ¿Porqué desarrollan una hoja de PIT, si luego no sirve para nada, en todo caso joderte los permisos o una regresión de grado? No le importa a nadie el sufrimiento de todas y cada una de nosotras, incrementado por la falta de actividades, trabajo, formación…..

Justo en frente están dos chicas jóvenes, llevan esperando su 3º grado más de dos meses, semana tras semana les dicen “la semana que viene os vais”
creen que por fin se van pasado mañana, tienen miedo, no saben lo que les espera fuera…ambas tienen hijos, entre ellas son pareja y todas sin trabajo…por donde van a empezar cuando comience su vida en semi-libertad…. Una de ellas llora por su hijo adolescente y casi a punto de ser padre, su otro hijo menor será un niño que apenas le llevará unos años a su sobrino, podrán jugar juntos sin ser conscientes de la responsabilidad que lleva ella encima, dos bocas más que alimentar a las que hay que dar de comer, con todos los gastos que acarrea tener un bebe sano, fuerte y feliz. Su otra abuela se quedará dentro de estos muros y verá criar a su primer nieto con un cristal por el medio y lo podrá coger entre sus brazos una vez al mes durante dos horas, si hay buen guardia lo dejarán media horita más y tendrá que darles las gracias mientras solloza. Huella, la cachean para comprar que no ha tenido el atrevimiento de entrar artículos prohibidos, quien sabe: un bote de colonia, un maquillaje…. otras aprovechan para alcanzar “metas” mayores: cocaína, heroína, costo, tranquimacines…. cualquier droga que les haga olvidar donde están.
El día comienza con un recuento a las 8 de la mañana. Hay que estar duchada, visible y con el chabolo preparado para una posible “revisión de celda”, ¡eso dicen las normas! A las ocho y media abren las puerta y al comedor….. comienza la primera fila, a su vez la fila de la medicación y la del economato. A las nueve de la mañana ya no hay nada que hacer; ¿cómo no nos vamos a aburrir?
El educador se pasea con una sonrisa nerviosa por el módulo. NUNCA SABE NADA ante las preguntas de las internas, así nos llama él. NO HAY SOLUCIONES REALES PARA NADIE, hay que seguir el día….
Alguien ha decidido que con tres euros y medio para comer cada día tenemos tenemos suficiente. La leche sin azucar. Seis de siete día a la semana comemos patatas, guisantes y zanahoria al mediodía y por la noche. El colesterol junto con la ansiedad y las pastillitas para dormir son el pan de cada día. ¡ 365 veces al año el mismo día!, esa es nuestra vida.
A la una del mediodía cuatro internas , de las cuales sólo cobran dos, reparten la comida en bandejas de acero, un cubo verde de basura recoge casi toda esa comida que se malgasta, mientras recordamos lo mal que lo están pasando nuestra familias, muchas no tienen ni para comer, mucho menos para llegar aquí y hacernos una visita.”ESTAMOS EN MITAD DE LA NADA”… Las mujeres desesperan, siguen sin nada que hacer y piden la “subida” que son las dos. Nos recuentan de nuevo y hasta las cinco no se volverán a abrir las puertas de hierro, pintadas de color azul.
“Hace más de 10 años”, recuerda en alto una de las compañeras más antigua. Nada que hacer, apenas unas privilegiadas, tres o cuatro salen al socio-cultural para ensayos, bailes y endulzar las vidas de los dieciséis módulos restantes, solo de hombres.
A las siete de la tarde, otra fila, hay que volver al comedor es la hora de cenar, abre de nuevo el economato y tenemos media hora para comprar tabaco, café en un vaso de plástico y algo de comer a las ocho de la tarde. De nuevo cada una a su celda. Somos casi cien mujeres, todavía pueden entrar cincuenta más, no importa si hay sobre población.
Penultimo recuento del día, sólo queda esperar al último, a las nueve y poco nos recuentan, todas sus ovejas estan donde deben. Seguimos encerradas desde las ocho a las ocho y media de la mañana siguiente….
Otro día, sino igual , será muy parecido. Comenzará mientras miramos las altas vayas desde nuestras minusculas ventanas y sus seís barrotes, cada uno de ellos nos recuerdan que ESTAMOS PRESAS, QUE DEPENDEMOS DE TERCERAS PERSONAS Y QUE ESTAS PERSONAS SOLO PIENSAN EN, QUE ELLOS VUELVEN A CASA Y TÚ TE QUEDAS AQUÍ ( que falta de humanidad) POR MUCHO TIEMPO
Sigo mirando , observando a mi alrededor, hay historias realmente increíbles. La realidad supera la ficción, historias inconfesables,conmovedoras…. demasiadas historias….A TODAS NOS LLEGAN EL DÍA EN EL QUE LOS BARROTES NO PESAN y terminamos contándole nuestras penurias a quien no debemos, la envidia resalta sobre todas las cosas, cuando lo que debería predominar es la SOLIDARIDAD.
Hoy en “SAN PECULIO”, jueves, día de cobra semanal….las peleas, los cobros de rutinas sin cobrar, se hacen excesivamente visibles ante las pasivas y vacías miradas de los funcionarios que nos custodian. La comida no se puede siquiera digerir, el desagradable olor a pescado crudo invade todas las zonas comunes y como una estampida corren al economato, no han podido cenar….¡¡¡¡viva el negocio!!! . La alimentación se basa en compras de tres embutidos y fruta estropeada que se mendiga de mesa en mesa del comedor a quién no se la come.
Comienza de nuevo el mismo día…. otro recuento matutino, otra fila para desayunar, otra fila de economato y las compañeras que toman metadona esperan impacientes su dosis diaria, les duelen los huesos, están nerviosas…. dicen no poder más….pero podrán.
Por la zona interior del módulo se escucha la primera pelea de este día y todavía no son las nueve de la mañana…. creo que el día de hoy se me hará largo, muy largo, suspiro, cojo aire y sonrío, me acabo de acordar que tengo visita, mi familia llegará con risas contagiosas llenas de alegría, cuando me vaya después de mis dos horas de felicidad ficticia se escucharan los llantos de mi madre, mi hija y mi hermana, lloran con una amargura que te parte el alma y la funcionaria me pide que me baje las bragas, el pensamiento y la actitud van unidos, simplemente obedezco, no quiero represalias, no quiero más paseos. Vuelvo al módulo y el día se ha acabado, solo quedan dos recuentos y una pastilla que hará que duerma para que mañana pueda vivir otra vez el mismo día.

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